Imperio Inca
Los
Incas llegaron a aglutinar todas las culturas indígenas andinas bajo un mismo imperio, teniendo una extensión
territorial de más de 5000 km de largo para el momento de la invasión española
en el siglo XVI y una red de caminos que nada tenía que envidiarle a cualquier
otro imperio de la historia; de hecho en su extensión puede compararse al cenit
de los imperios de Alejandro Magno y Roma.
Esta rica cultura precolombina
contaba con una sociedad compleja, con leyes que permitían la convivencia de
gran cantidad de personas con costumbres distintas y la parte religiosa era
fundamental en el desarrollo de la misma. Con una serie de dioses y rituales
religiosos a los que acudían para asegurar la continuidad del imperio, se unían
los oráculos, que interpretados por los sacerdotes, podían ver lo que se
avecinaba para que estuviesen preparados en caso de cualquier eventualidad
futura.
Entre los principales dioses
destacaban los siguientes:
·
Inti: Significa Sol en quechua y
era considerado un dios (el dios principal) para la cultura incaica. Fue
evolucionando hacia una personalidad más compleja y universal que daría paso a
Viracocha. Inti era fuente de toda riqueza, rey del cielo, de las plantas y de
todo el universo. También era considerado el ancestro del emperador Sapa Inca,
quien como representante de Inti en la tierra, gobernaba con poder absoluto
sobre el “Tahuantinsuyo”.
·
Viracocha: Considerado el dios
creador, primera divinidad de los antiguos habitantes del Perú (Caral, Chavín,
Huari), especialmente los tiahuanacotas que provenían del lago Titicaca. Su
culto estaba destinado solo a la nobleza. Es representado por dos varas
estólicas (propulsa lanzas) o warakas (hondas gigantes andinas).
·
Mama quilla: Hermana y esposa de
Inti, su nombre significa “madre luna” pero también era considerada la madre
del firmamento. El núcleo de sus seguidores era formado por mujeres que
celebraban una gran fiesta en su honor, denominada Coya Raymi.
·
Pacha Mama: Su nombre significa
“madre tierra” y era considerada el sustento de toda naturaleza y realidad,
además de ser la fuente femenina de la que proviene todo el mundo material,
representando a toda la tierra en su conjunto. No es una divinidad creadora,
sino protectora y proveedora que favorece la fecundidad y la fertilidad. Se
pensaba que podía llegar a provocar enfermedades si se le ofendía.
·
Pacha Camac: Considerado el
soberano del mundo, era venerado por toda la costa central del Imperio. Era
conocido como el dios de los temblores y una reedición de Viracocha, ya que se
consideraba “el creador” También se le consideraba dios del agua.
·
Mama Sara: Considerada la madre
del maíz o del alimento, era la más importante de las representaciones
religiosas (conopas) de los alimentos, junto con los de la coca y la papa. A
algunas plantas de maíz se les vestía como muñecas que representaban a “Mama
Sara”.
·
Mama Cocha: Esposa del dios
supremo Viracocha, su nombre significa “mar madre” y se le rendía culto para
calmar las aguas bravas y para la buena pesca. Representaba todo lo que era
femenino y daba equilibrio al mundo conocido. Era también relacionada con los
lagos, ríos y fuentes de agua, llegando a considerar a los manantiales como
hijos de ésta. Era reverenciada sobre todo a lo largo de la costa del imperio y
en los poblados cercanos a lagos y lagunas.
·
Illapa: Considerado el gran señor
del fuego, era dios del rayo y el relámpago a quien se invocaba para pedirle
agua de lluvia necesaria para asegurar una buena cosecha. Se le veneró
principalmente en la región del Collao.
·
Catequil: Era un dios del rayo y
oráculo.
·
Supay: Señor del inframundo y dios
de la muerte, era la personificación de toda maldad.
La práctica común de los Incas en los
rituales religiosos era obsequiar a los dioses presentes para honrarlos. Entre
los presentes más comunes eran el maíz, hojas de coca, lana, grasa de llama,
ropa, además de objetos de oro y plata. También había sacrificios de animales
entre los que destacaban los de las llamas y alpacas. En algunas ocasiones se
realizaba algún sacrificio humano, aunque esto era muy poco habitual y solo se
hacía cuando se extendía mucho tiempo el periodo de sequía o había algún evento
sobrenatural (temblores, eclipses, erupciones volcánicas, epidemias, etc.),
para restablecer el equilibrio de la naturaleza. Se pensaba que sin los ritos y
ofrendas desplegados, era imposible no verse afectados por poderosas fuerzas
sobrenaturales. Se estima que existían diferencias esenciales entre el culto de
la élite imperial y el que desarrollaban las masas rurales. Creían en el más
allá y en la inmortalidad del alma luego de la muerte física, por lo que
llegaron a desarrollar sofisticadas técnicas y rituales de momificación que estaba
reservado para los gobernantes y algunas personas de la élite. Los gobernantes
momificados y mantenidos en tronos de oro dentro de los templos, eran sacados a
participar en desfiles y procesiones por la ciudad de Cuzco en ciertas
celebraciones y festividades.
Entre los rituales religiosos realizados
por los Incas destacaban los siguientes:
·
El Inty Raymi (“resurrección del sol”): Fiesta
que honraba al dios sol y que duraba unos nueve días aproximadamente, donde se
consumían grandes cantidades de comida y bebida. Se realizaban múltiples
sacrificios el primer día. Era celebrado en el solsticio de invierno austral a
finales del mes de Junio.
·
Sitowa: Gran fiesta en la que el
pueblo purificaba y expulsaba todos los males. Se festejaba con cantos y
bailes, terminando la fiesta con un baño en el río, donde expulsaban a viva voz
todos los males y se le pedía a los dioses un buen año. Era celebrada durante
el mes de septiembre.
·
Capac Raymi (Pascua Real): Fiesta
celebrada durante el mes de diciembre, cuando empezaban las lluvias en la
sierra. Se realizaban sacrificios de animales, se bebía chicha de Jora, se
mascaba coca y se bailaba.
·
Capacocha o Capac Hucha (Obligación Real):
Es uno de los rituales más importantes en el calendario Inca, el cual
consistía en realizar ofrendas de reconocimiento y gratitud al ancestro Inca
Mama Huaco, quien había dado al imperio Inca el primer maíz. Los sacerdotes
realizaban sacrificios de animales y junto al Inca, oficiaban matrimonios
simbólicos entre niños que eran enviados desde las cuatro regiones del
Tahuantinsuyo, elegidos por su excepcional belleza y perfección física.
·
Coya Raymi (Fiesta de la Reina): Fiesta
femenina celebrada en el mes de octubre en honor a Mama Quilla (la luna), a la
cual se le ofrecían purificaciones.
·
Pacha Pukuy: Fiesta para celebrar
la gran maduración de la tierra, donde crecían los pastos y las frutas; el
ganado empezaba a engordar y cesaba el hambre en el Tahuantinsuyo. Era
celebrada generalmente durante el mes de Marzo y en ciertos días los hombres
debían abstenerse de comer sal y fruta, de tocar a sus mujeres y cantar taquis.
La incaica fue una sociedad agrícola
altamente desarrollada que llego a contar con miles de kilómetros de andenes de
cultivos ubicados en precipicios y las más escarpadas superficies, por lo que
no se desperdiciaba ni un palmo de terreno. A pesar de ser un “gobierno
monárquico”, donde todo el poder recaía en la figura del “Inca”, no se basaba
en una extrema diferencia entre ricos y pobres, ya que la propiedad de la
tierra era repartida entre todos para ser trabajada y producir alimentos, por
lo que no existía la propiedad privada. Uno de los grandes logros de esta
sociedad fue que no existió la pobreza, ni la indigencia en todo el imperio.
Podría decirse que fue el primer gobierno socialista de la historia.
La sociedad incaica era monógama, excepto
por “el Inca” quién era polígamo, contando con una “Coya” o esposa principal y
varias concubinas; a veces algunos integrantes de la nobleza como los
descendientes del soberano, llamados “Panaca Real”, podían gozar del privilegio
de tener concubinas como el propio “Inca”. La monarquía ejercida por “el Inca”
logro unificar como “Estado” a una gran diversidad de naciones con propias e
importantes tradiciones histórico-culturales y hasta diferentes lenguas,
logrado por un sistema de comunicación de caminos envidiables para la época y
solo comparables con el del Imperio Romano en su apogeo. Fue toda una hazaña
envidiable de unidad política.
La población de los cuatro territorios
principales en que se dividía el imperio (el Collasuyu, que era el más extenso
de todos, ubicado al sur; el Cuntisuyu, segunda parte del imperio, ubicado al
oeste y sudoeste de la capital “Cuzco”; el Chinchasuyu, ubicado al norte y el
Antisuyu, que se extendía hacía el este), se estima que contaba con una
población entre veinte y treinta millones de personas al momento de la llegada
de los españoles. Cada territorio contaba con un gobernante electo por “el
Inca”, denominado “Tucuyricuc o Suyococ Apu”, quién tenía el poder máximo en
temas de índole, administrativos, jurídicos, políticos y militares. La capital,
el Cuzco, se hallaba dividida también en cuatro distritos, que a su vez contaba
con subdivisiones donde se agrupaba a los habitantes según su raza y origen.
Debido a esta organización urbana, al saber el barrio de procedencia de una
persona, podía conocerse la clase social, procedencia y grupo étnico.
Según el historiador argentino Roque
Daniel Favale,
“Esta civilización llegó a formar un
estado con una organización social realmente sorprendente, que no deja de
causar aún hoy en día el asombro de investigadores e historiadores del mundo
entero.”
Esta aseveración es compartida por muchos
historiadores, debido a la organización político social del imperio, la cual
contaba con estructuras administrativas avanzadas para una civilización de la
época, donde el pueblo o “Hatun Runa”, era el motor que impulsaba la economía
del imperio, ya que eran los que tenían la responsabilidad de trabajar las
tierras con el que se abastecían para cubrir sus necesidades básicas y
mantenían a las clases privilegiadas, que eran improductivas, y mantenían en
operación al aparato estatal y sus instituciones. Dichas instituciones llevaban
el control estadístico de toda la población y de la producción de la misma,
proceso fundamental en las políticas demográficas impuestas por el Estado. El
encargado de garantizar este funcionamiento era el “Quipucamayoc”.
Aunque el imperio se destaco por la
exitosa lucha contra la pobreza extrema e indigencia, a través de la no
existencia de la propiedad privada, todo estaba controlado por el Estado;
incluso los matrimonios que eran de carácter obligatorio. Si a la edad indicada
para contraer nupcias (24 a 26 años para los hombres y de 18 a 20 para las
mujeres) no se encontraba pareja, el funcionario encargado las elegía a su
criterio para que cumplieran con su obligación, ya que para el Estado una de
las cosas fundamentales era el respeto a las leyes. Para esto se organizó un
sistema de leyes bastante completo, el cual contaba con duros castigos para
aquellos que violaran las mismas. Las ciudades y pueblos contaban con
organismos similares a tribunales donde se juzgaba por delitos leves y los
gobernadores de los distritos se erigían como jueces superiores cuando se trataba
de delitos más graves, donde tenían cinco días para decidir y la decisión
tomada por ellos era definitiva e imposible de apelar. Como las leyes provenían
del “Inca” violarlas era considerado un sacrilegio, sin embargo la justicia no
se aplicaba a todos por igual, ya que a los miembros de la nobleza no se les
aplicaba todo el peso de la ley.
Las leyes relativas al fisco eran de las
más importantes para el correcto funcionamiento del imperio, donde su
territorio era dividido en tres partes que se destinaban a sus titulares. Estos
titulares eran el sol, lo que se destinaba a mantener la estructura religiosa
del estado; el Inca, que se destinaba a cubrir los gastos del aparato del
estado, incluyendo la manutención de la nobleza; y el pueblo, que se encargaba
de su propia manutención. A través de estas leyes se logró algo pocas veces
visto en la historia de la humanidad, erradicar la pobreza y la marginalidad,
ya que cuando algún territorio sufría un daño en sus plantaciones por cualquier
factor, el Estado auxiliaba a dicho territorio para que sus habitantes no
sufrieran ningún tipo de privación. Si bien las leyes laborales no permitían el
ocio de sus ciudadanos, el Estado se hacía cargo de los ancianos que ya no
podían trabajar y de los minusválidos, así como también existía la protección
para los niños huérfanos a los que se les asignaba de inmediato otra familia.
Según Roque Daniel Favale
“Estas leyes de protección a los más
débiles constituían uno de los valores más importantes para la sociedad.”
La organización Social estaba
estructurada de la siguiente manera:
·
La Realeza: Constituida primero
por el “Inca”, monarca absoluto; seguido por el “Auqui”, príncipe primogénito
del Inca y la Coya; la “Coya”, esposa principal del Inca.
·
La Nobleza: que se dividía en
nobleza de sangre constituido por los “Paracas Reales”, parientes del Inca; y
nobleza de privilegio, que era integrada por personas que destacaban por sus
servicios como los sacerdotes (que muchas veces eran parientes del Inca), las
Acllas (mujeres educadas para ser esposas o concubinas de miembros de la
nobleza sanguínea); y los altos jefes y curacas (elegidos por el inca).
·
El Pueblo: Constituido por los
“Hatun Runa”, que era el pueblo en general (campesinos encargados de trabajar
la tierra); los “Mitimaes”, que eran grupos para colonizar nuevas regiones
enseñando a los pueblos nuevas costumbres; y los “Yanaconas”, servidores del
Inca y del imperio (la mayoría eran prisioneros).
Hoyos (2009), considera que los Incas
representan la culminación imperial de un desarrollo histórico cultural en el
Perú, con más de veinte mil años de antigüedad. Para hablar de la cultura este
autor clasifica tres eras:
1.
El estadio pre agrícola en el Perú (desde el 20.000
hasta el 10.000 a.c.)
2.
El estadio de la agricultura incipiente (desde 5.000
hasta el 2.000 a.c.)
3.
El estadio de agricultura desarrollada (desde 2.000a.c
hasta el 1532d.c)
En la primera de ellas destacan los
cazadores de Guanacos y pescadores recolectores: nómadas, armas líticas, sin
cerámica, sin agricultura, diferencias sociales por el sexo.
Según excavaciones y estudios en décadas
recientes se estudian otros sitios con el Perú, con edades en el orden 10.000
años A.C (Amotape, Piura, Guitarrero, Ancash, Pachamachay, Junín, Ancón, Lima,
etc.). Es importante destacar que para el año 10.000 A.C se registra el
Lauricocha, la cual es una cueva muy cerca de la laguna que lleva ese mismo
nombre donde se encuentran los restos más antiguos del Perú, se calcula que
fueron enterrados en el 9.525 A.C y resulta ser los mejores testimonios del
proceso de poblamiento del Perú, también se encontraron restos de utensilios de
piedra con una antigüedad algo menor y los restos de tres niños enterrados de
tal forma que pareciera ser un rito sepulcral, es decir ceremonias de una
creencia religiosa.
Por su parte el arqueólogo estadounidense
Richard MacNeish sostiene que en el complejo arqueológico de Paccaicasa se
hallan huesos de animales que datan del año 20.000 A.C. Dicha cueva también fue
habitada por primitivos y pequeños grupos de cazadores-recolectores que serían
los hombres más antiguos del territorio peruano.
También el Toquepala, cueva ubicada en el
sur de Perú, donde se hallaron pinturas rupestres con escenas de cacería, en
las que representaban a cazadores acorralando y matando a un grupo de guanacos
(mamífero artiodáctilo), para representar estas pinturas utilizaban colores
como: rojo, amarillo, blanco y negro. Según el investigador Muelle, Jorge estas
escenas habrían sido realizadas con la finalidad de propiciar una buena cacería,
la fecha de ellas se calcula que fue 7.600 A.C.
El segundo estadio que es el de la
cultura incipiente (desde 5.000 hasta 2.000 A.C), en ella se ubican los
cazadores, recolectores, con algunos conocimientos agrícolas, tejedores,
también pequeños templos, centros de poder pre-cerámicos, cerámica inicial,
aristocracias y pueblo.
El tercer estadio de agricultura
desarrollada (desde 2.000 A.C hasta 1532 D.C), esta fue la alta cultura, basada
en agricultura desarrollada, hostilidad permanente en pos de nuevas tierras,
aristocracia y pueblo, aumento de la población, uso de plantas cultivadas,
técnicas agrícolas, cerámica, arquitectura, metalúrgica y textilería. Dentro de
esta alta cultura es necesario mencionar los estadios de la agricultura
desarrollada:
1.
Chavín de Huantar: este es un monumento
arqueológico que fue el centro administrativo y religioso de la cultura Chavín,
construido y ocupado entre los años 2.000 – 300 A.C.
2.
Tiahuanaco altiplano: este fue un antiguo sitio
arqueológico centro de civilización Tiahuanaco que fue una cultura pre-inca, la
cual basaba su economía en la agricultura y la ganadería, esto fue para el año
200 – 500 A.C.
3.
Mochicas: cultura arqueológica del antiguo Perú
entre 100 y 600 d.c., desarrollaron una compleja tecnología de canales de riego,
fabricaron armas y herramientas de cobre.
4.
Tiahuanaco huari: estaba influenciado por dos
estados más poderosos de la época: la cultura Tiahuanaco y la Huari, llegando a
los actuales territorios de Bolivia, Perú y Chile entre los años 500 a 900 d.c.
5.
Chimú: cultura del antiguo Perú, reino en
constante expansión, destacaron por sus construcciones, la metalurgia y los
metales, esto entre los años 900 y 1400 d.c.
Los oráculos eran considerados para los
incas de gran importancia, de hecho pensaban que los dioses se comunicaban con
los humanos a través de estas predicciones, definitivamente podían ser
representaciones de los dioses y según la creencia cobraba vida y pedían
deseos. Los encargados de interpretar los oráculos eran los sacerdotes y eran
considerados como certeros, pues era el mandato de los dioses, pero cuando éste
era errado causaba grandes molestias en la población.
Todos los grupos sociales visitaban los
oráculos, los más prestigiosos fueron según las crónicas los de Pachacámac
(Dios de la creación del universo), allí se encontraban templos del sol, la
luna, templo viejo y pintado, además el palacio de Tauri Chumpi. También
visitaban a Apurímac (el dios que habla, oráculo mayor) el amparador que
comunica y Catequil (dios del rayo y el oráculo).
El imperio Inca era una monarquía
absoluta, pues todos los poderes estaban concentrados en manos de un inca, cuya
autoridad se acrecentaba con el prestigio religioso, ya que se le consideraba
hijo del sol y como tal era objeto de un verdadero culto.
Después del descubrimiento de América en
1492, los españoles y portugueses se encontraron frente a un territorio
sumamente extenso, desconocido para ellos y con una población estimada entre 20
y 30 millones de personas. Es así como se lleva a cabo el genocidio más grande
de la historia, pues los conquistadores europeos tenían un nivel técnico en
material bélico y esto representó la conquista en la forma más despiadada y
sangrienta, dejando muerte, violencia, violaciones y enfermedades, otro aspecto
que los favoreció en este proceso fue la inocencia de los indígenas, quienes al
verlos con los cabellos rubios, pensaron que eran dioses, además en ellos no
existía la maldad, pues vivían en abundancia, tranquilidad, armonía y riquezas.
La pérdida de la rica cultura con la que
contaba el imperio Inca, se debió sobre todo a la destrucción que hacen los
colonos españoles de la mayoría de sus creencias y obras arquitectónicas, ya
que los españoles pensaban que la cultura europea estaba por encima de la
cultura de estos nativos salvajes, que adoraban a varios dioses y vivían en
herejía al desconocer a Jesús y sus enseñanzas. Por esta razón los mismos
misioneros que vinieron a evangelizar a los indios se dieron a la tarea de
destruir todos los registros de esta rica cultura, con la excusa de tratar de
salvar sus almas.
Por esta razón Roque Daniel Favale, nos
dice:
“…absolutamente todo lo que pueda
decirse de esta civilización es relativo, debido a que jamás dejaron registro
escrito alguno, y todo lo que conocemos de su historia y características se
debe a la tradición oral a través de los siglos, recogida por cronistas
españoles, lo que a todas luces, interpretaciones y demás elementos que
pudieran desvirtuar la exactitud de la información a través del tiempo.”
Además de destruir las ciudades en el
proceso de conquista, los templos y palacios construidos por el imperio Inca,
fueron desmembrados por los mismos españoles para realizar sus propias
construcciones en las ciudades tomadas, quedando pocos registros arqueológicos
de esta magnífica civilización. Más se ha podido descubrir con restos
arqueológicos encontrados en el siglo XX, entre los que se encuentra la ciudad
de Machu Picchu, la cual no fue destruida pues nunca fue encontrada por los
conquistadores españoles y nos queda como una de las maravillas arquitectónicas
realizadas por este grandioso imperio americano.
Reflexión
Final
Los incas representaron una fuente de
conocimiento, pues a través de su legado comprendemos el hombre de aquellos
tiempos y actual, allí vemos la importancia de la organización en toda
civilización, el hecho de que existan leyes y que éstas se cumplan para
mantener las costumbres y comportamiento de los hombres. Como podemos ver en sus vidas los dioses
juegan un rol fundamental donde toda creencia y todo hecho ameritan el enfoque
sobre ellos, esto ratifica la idea de que todo hombre necesita adorar y creer
en algo que le permita confiar y tener fe. Lamentablemente esta cultura tan
rica en tradiciones sufrió grandes cambios, debido al proceso de colonización,
sin embargo consideramos que hoy más que nunca está vigente porque en su
estudio ampliamos el panorama de vida que nos rodea y la complejidad de nuestro
mundo y universo.
Si analizamos los rasgos más resaltante
encontramos que hoy en día, año 2013, siglo XXI, observamos que algunas
religiones o “sectas” (así consideradas por otras religiones) llevan a cabo los
sacrificios de animales para satisfacer a sus dioses y para obtener grandes
beneficios de parte de ellos, afortunadamente las actuales leyes prohíben los
sacrificios humanos pues atentan contra los derechos de los individuos pero si
no fuera así estamos convencidos de que aún se llevarían a cabo, también vemos
que el hombre continúa construyendo grandes edificaciones a fin de agrupar y
llevar a cabo el proceso de urbanización y que existe un monarca representado
por el presidente, quien toma decisiones junto a un grupo de ministros,
parlamentarios, etc., quienes en aquel momento eran la nobleza e igualmente las
leyes se aplican con menos rudeza hacia ellos.
Por su parte el pueblo está obligado a trabajar duramente para
sobrevivir, aunque el estado garantice las pensiones y programas que ayuden a
los más pobres, entonces han pasado tantos años pero ¿en qué hemos cambiado?
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